INMERSETE EN LAS ESCRITURAS.
Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido.
Salmos 119:92
• Tu mente es como el suelo. Crecerá cualquier semilla que siembres en ella, buena o mala.
• Cuando siembras en tu mente las palabras dichas por Dios, estás sembrando energía, vida, luz y esperanza en ti mismo.