PURIFICATE ANTE DIOS
- Eres la descendencia de un Dios santo. Esto explica tu insaciable apetito de vivir una vida santa y pura.
- El pecado sucede. Simplemente no lo cubras. Tráelo a Dios.
- El arrepentimiento es la bisagra dorada que abre la puerta a la próxima temporada de tu vida.