UNA MIRADA GENERAL

"Os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él". 2 Corintios 5:20-21

La Biblia nos enseña que Jesús vino a la tierra por varias razones. Vino a mostrarnos como es Dios realmente (Jn 14:9). El nos demostró cómo debemos andar con Dios y con los demás. Vino para destruir las obras del diablo. Y sobre todo, el Único que fue sin pecado, vino a expiar los pecados, a morir en la cruz para que pudiéramos ser perdonados y reconciliados con Dios. Por medio de Su sangre derramada, se nos permite tener relación con el Dios santo. La cruz de Cristo anuló el poder y la autoridad de Satanás en nuestra vida, y nos dio poder para vivir en una relación de paz con otros. Nos sirve para recordar hasta qué extremo Dios estuvo dispuesto a ir para rescatar a los peores pecadores, a fin de que disfrutáramos Su amor, perdón, paz y gozo.

Antes estábamos separados de Dios, pero ahora hemos sido reconciliados con El por la muerte de Jesús en la cruz. ¡Que admirable!

En este capítulo estudiaremos detenidamente el problema del pecado del hombre y la separación de Dios, y el papel de la cruz en nuestra reconciliación con Dios. También daremos una mirada práctica a la manera en que, el arrepentimiento por el pecado y las expresiones de perdón, pueden aplicarse a nuestra vida a la luz de la obra de la cruz.

 

LECCION 8 - EL HOMBRE Y EL PECADO

TEXTO BASE: Gnesis 1:27; 2:8,9,15-17; 3:1-24

I - EL HOMBRE

¿Se ha preguntado alguna vez qué hace que usted sea usted? Lamentablemente, al definir quiénes son, las personas tienden a compararse con lo que los demás parecen ser. Por lo general eso hace que se sientan confundidas, frustradas e inseguras. La Biblia provee la única horma por la cual el hombre puede juzgar. La buena noticia es que ella nos dice que usted y yo somos hechura de Dios (Ef. 2:10). Imagínese. Dios nos escogió y conoció antes de que colocara los fundamentos de la Tierra. Desde antes, esperó el tiempo preciso en la historia para introducirnos en Su mundo creado. El ordenó que debíamos vivir en este tiempo.

El hombre - Creado a la imagen de Dios (Gn. 1:26-27)

  • Si nuestro cuerpo físico se redujera a polvo, los minerales valdrían menos de 100 dólares. Nuestro verdadero valor excede a los atributos físicos. Somos infinitamente valiosos. Dios respiró vida y espíritu en nosotros (Gn. 1:26-27; 2:7
  •  Los hombres y las mujeres, juntos, reflejan el ser de Dios (Gn. 1:26-27). Fueron creados para reflejar el carácter de Dios, revelando Su amor, gracia, verdad, misericordia, al mundo que los rodea.
  •  Los hombres y las mujeres demuestran el dominio, santidad, etc. de Dios al administrar la creación (Gn. 1:26)

El hombre - Creado para ser libre

El propósito original de Dios era que el hombre conociera sólo el bien, para que anduviera en obediencia y bendición. Cuando el hombre escogió desobedecer a Dios en el huerto, conoció el pecado y la maldad. Debido a esa decisión, empezó a cosechar las consecuencias del pecado.

  • En Cristo, somos libres para tener comunión con Dios (Gn. 1:27-28)
  • En Cristo, somos libres del pecado y la esclavitud. (Rom. 8:2,21)
  • En Cristo, somos libres para disfrutar de la creación. (Gn. 1:31; 2:9)
  • En Cristo, somos libres para vivir conforme al plan personal de Dios. (Gn. 2:16-17)
  • En Cristo, somos libres para hacer la voluntad de Dios. (Gn. 3:8-9)
  • En Cristo, somos libres para decidir y para obedecer a Dios. (La verdadera libertad involucra decisión. Si no hay opción, excepto hacer la voluntad de Dios, entonces la libertad es sólo una palabra)

 

II - EL PECADO

La naturaleza humana es inherentemente pecaminosa. La Biblia dice: "No hay justo, ni aun uno, todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Ro. 3:10, 23). Pero, ¿qué es pecado?

  • Pecado es rebeldía deliberada contra Dios, Su voluntad y Sus mandamientos (ls. 53:6; Ef 4:18)
  • Pecado es un acto personal contra Dios, alejándose de El y de Sus propósitos (Sal. 51:4)
  • Pecado es no hacer lo que uno sabe que es bueno (Stg. 4:17)

La naturaleza del pecado - Incredulidad

  • En el huerto, la serpiente sembró las semillas de incredulidad preguntando: "Con que Dios os ha dicho..." (Gn. 3:1)
  • Pecado es a menudo una mezcla de verdad y error, con suficiente verdad como para que sea una mentira atractiva (Gn. 3:1-5)
  • No creer en quien es Dios y en lo que El ha dicho es la raíz de todo pecado: es no tener confianza en Dios (Ro. 14:23)
  • El pecado entró en el mundo cuando la humanidad le dio la espalda a Dios y a lo que había dicho, dejándose atraer por lo que estaba prohibido (Gn. 2:15-17)

La naturaleza del pecado - Orgullo

  • En el huerto la serpiente dijo: "Seréis como Dios" (Gn 3:5)
  • El pecado de Lucifer fue el orgullo, la ambición y la exaltación de sí mismo - el deseo de ser como Dios (Is. 14:12-15)
  • La tentación se enfoca en el yo (mis intereses), procurando realizar nuestro potencial (mi metas, talentos y sueños) y nuestros deseos (deseos de la carne) y la vanagloria de la vida (1 Jn. 2:15-17)

La naturaleza del pecado - Desobediencia

  • En el huerto la pareja comió el fruto en abierta desobediencia a Dios (Gn. 2:15-17);
  • El pecado no es oposición a una regla, sino oposición a una persona - Dios. (Gn. 3:6-7); todo pecado es el alejamiento de la esencia de Dios.
  • La desobediencia es tierra fértil donde nace la incredulidad y el orgullo.

Progresión del pecado: la incredulidad en la mente lleva el fruto de la desobediencia en la voluntad y produce orgullo en el corazón.

Las consecuencias del pecado. Romanos 1:18-32

El pecado lleva al hombre por una serie de desvíos, separándolo de la comunión franca con Dios. Cuando nos dejamos llevar por el pecado, éste nos domina más tiempo del que esperábamos. Todo pecado tiene consecuencias.

El pecado conduce a la idolatría

  • Cuando eliminamos a Dios de nuestra vida, algo más ocupa Su lugar en nuestro corazón. Cuando escogemos el pecado, destronamos a Dios y coronamos a un dios falso como rey de nuestra vida.
  • Esto siempre resulta en pensamientos y acciones inmorales (Ro. 1:24-27)

 El pecado conduce a la culpabilidad

  • Adán y Eva se escondieron en el huerto, lo que indica un profundo sentimiento de culpa y el rompimiento en su relación con Dios (Gn. 3:7-8)
  • En lo profundo de su ser, el hombre sabe que es culpable. La conciencia es el tribunal de juicio interno que da el veredicto de culpable o inocente.
  • La única forma de quedar libres de la culpa es el arrepentimiento y el perdón (1 Jn. 1:9)

El pecado conduce al castigo

  • En el huerto cada uno culpó al otro para evitar el castigo (Gn. 3:9-13)
  • Cada vez que se comete pecado, hay consecuencias (Nm. 32:23; Gá. 6:7)

El pecado conduce a la separación

  • El pecado resulta en muerte espiritual que separa al hombre de Dios (Gn. 3:23-24)
  • La relación del hombre con Dios se ha roto.
  • El hombre está alejado de los demás, con una actitud agresiva hacia las demás personas de su vida.

El pecado conduce a la esclavitud

  • Los hombres y las mujeres ya no gozan de la libertad que Dios les dio.
  • El pecado se ha convertido en el amo que esclaviza a su objeto (Ef. 2:1-3)
  • El hombre está atrapado, absolutamente incapaz de reconciliarse con Dios por sí solo.

Las realidades bíblicas del pecado

  • El hombre posee una naturaleza pecaminosa y, por tanto, la inclinación a pecar (Ro.7:14)
  • Todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios (Ro. 3:23-24)
  • La persona es responsable por su propio pecado (Ez. 18:4, 20)
  • Los resultados del pecado son, muerte espiritual y física, y separación eterna de Dios (R 6:23)
  • El hombre es absolutamente incapaz de restaurar su relación con Dios y necesita desesperadamente un Salvador (Tit. 3:3-8)

 

LECCION 9 - LA EXPIACION

TEXTO BASE: Levíticos 16:11-17  y Hebreos 9:11-15 y 22-28

El pecado es una realidad en nuestra vida terrenal. Cada uno de nosotros caerá en la tentación de pecar, y otros pecarán contra nosotros. Pero, por medio de Jesús se nos invita al arrepentimiento y perdón. Al poner nuestra mirada en la cruz de Cristo, podemos recibir expiación por nuestros pecados, y experimentar integridad de corazón y unión con nuestro Padre celestial.

La expiación es la esencia del mensaje del evangelio. Es por medio de la expiación que somos puros y sin culpa y podemos ir ante el Padre.

  • La expiación es el acto por el cual se logra reconciliación. Es superar una seria ruptura en la relación entre dos partes.
  • La expiación indica una acción realizada que puede reparar satisfactoriamente una ofensa o herida y cancelar los efectos malignos, de modo que dos partes lleguen a ser una otra vez. La expiación es el proceso de reconciliación.
  • La expiación entre Dios y el hombre se refiere a la acción de Dios, que repara la separación causada por el pecado del hombre. El hombre no puede hacer expiación ni resolver su separación de Dios mediante sus propios recursos y fuerza.
  • Dios mismo, a un costo supremo, asumió la responsabilidad de proveer una manera mediante Su Hijo Jesucristo, para restaurar la relación entre Dios y el hombre - para hacer posible la reconciliación.

El conflicto que surge

Dos condiciones opuestas preparan el escenario para el acto de la expiación de Dios

  • Dios, que ama y es misericordioso, no desea que ninguno en Su creación sufra el castigo y la muerte. No obstante, por Su santidad y justicia, Él no puede tolerar el pecado.
  • El hombre, por otro lado, no tiene poder para cambiar su condición pecaminosa. Solo no puede librarse de la culpa. El hombre no puede cumplir los mandamientos de Dios. No puede entrar en la presencia de Dios. Puesto que es incapaz de ayudarse a sí mismo su destino es la muerte.
  • El plan de Dios, que es reconciliar al mundo a Si mismo, muestra su sabiduría infinita, en la que el amor, misericordia, santidad, justicia, verdad y fidelidad se unen en el sacrificio supremo de la expiación.

El método de expiación - La muerte de Jesús en la cruz

  • Su muerte en la cruz, un sacrificio por el pecado del hombre, fue prefigurada por el día de la expiación en el Antiguo Testamento (Lv. 16)
  • También refleja al cordero de la Pascua (Éx. 12:21-30; 1 Co. 5:7)
  • Jesús es llamado el Cordero de Dios (Jn. 1:29; Ap. 5:12)
  • Su muerte sacrificial venció la muerte una vez para siempre (Ro. 6:10; He. 9:12, 26)
  • Fue el sacrificio de Si mismo como sacerdote y víctima, sacrificador y sacrificio (He. 7:27)
  • Ofreció un sacrificio sin mancha (Ex. 12:5; 1 P. 1:18-19)
  • Nuestra salvación es por medio de la sangre del Cordero (Col. 1:19-20; Ap. 7:14)
  • La redención fue realizada por Dios mediante la sangre de Jesús, el Cordero de Dios.

Los resultados de la expiación

 Jesús se identificó con la humanidad

  • En la cruz, Jesús se identificó con la gente con la que se había identificado en su ministerio: los enfermos, los desamparados, los pecadores (Is. 53:4)
  • Dios, en Su infinito amor y misericordia, y encarnado como hombre, fue hecho pecado y maldición, para que nosotros experimentemos Su salvación y bendición para siempre (Is. 53:4-12)

Jesus recibió nuestro castigo – Is 53:5,10

  • Como el "Único Gran Pecador", El recibió la medida total de la ira divina en directa proporción al pecado del mundo, pasado, presente y futuro. Este es un castigo vicario en nuestro favor que es imposible comprender.
  • Al ser hecho pecado, el Padre ya no pudo mirarlo; Jesús experimentó el terrible abandono de Dios, que es la consecuencia máxima del pecado. Esto lleva a Jesús a exclamar: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Sal. 22; Mt.27:46)
  • Fue Dios, en Cristo Jesús, quien reconcilió al mundo consigo mismo (2 Co. 5:17-21)

Jesús quitó nuestro pecado

  • Jesus no solo recibió el castigo justo que merecíamos por nuestros pecados, sino que nos libró de la esclavitud del pecado por medio de Su muerte (Is. 53:6-12; Ro. 8:1-4)
  • Somos completamente perdonados por medio de la muerte de Jesús en la cruz (Ef. 1:7).
  • Fuimos rescatados, comprados por precio, para que podamos ser libres del pecado (Mt.20:28; Mr. 10:45; 1 Co. 6:19-20; 1 Ti. 2:5-6; Ap. 5:9)
  • Fuimos redimidos, o librados del pecado, para seguir la justicia (Lc. 4:18; Col. 1:13)
  • Somos libres del dominio de Satanás y del temor a la muerte (Col. 2:15,He.2:14-15;1 Jn 3:8)

Jesús reconcilió al hombre con Dios

  •  La muerte de Jesús en la cruz es la solución para la relación rota del hombre con Dios (2 Co 5:17-21; Ef. 2:1-10; Col. 1:21-22)
  • Jesús es digno de recibir las recompensas por Sus sufrimientos (Ap. 5:9-14)

Jesús no murió por sofocación, que era el resultado normal de la crucifixión, sino por un corazón roto. Nuestro Salvador, el Señor Jesús, murió por un corazón quebrantado por el pecado del mundo.

 

LECCION 10 - EL ARREPENTIMIENTO

TEXTO BASE: Hechos 2:36-39 y 24-30

El arrepentimiento es nuestra respuesta a la cruz.

La obra de nuestra salvación es completa en Cristo. Sólo necesitamos arrepentirnos y recibir lo que se hizo en la cruz, como expiación por nuestros pecados.

Una breve introducción - Mt. 4:17; 12:41; Mr. 6:12; Hch. 2:38; 17:30; 2 Co. 7

  • Por lo que hizo la expiación mediante la muerte de Jesús en la cruz, podemos experimentar el perdón al arrepentirnos y confesar nuestros pecados a Dios (1 Jn. 1:9)
  • El pecado obstaculiza nuestro andar con Dios. Además a Dios le costó la vida de Su Hijo, el Señor Jesús. Es apropiado que lleguemos a aborrecer el pecado tal como Dios lo aborrece (Sal. 66:18; Pr. 8:13)
  • El arrepentimiento es distinto de sentir tristeza. El arrepentimiento trae cambio de corazón y de vida, mientras que la tristeza es sólo sentirse mal por haber sido atrapado (2 Co. 7:9-11)
  • El arrepentimiento no es sólo algo que uno hace como parte del convertirse en cristiano, sino que llega a ser una forma de vida en respuesta a nuestro pecado y egoísmo.
  • No podemos arrepentirnos por hacer algo de lo cual no estamos conscientes. Tampoco podemos arrepentirnos de algo que no creemos que es malo. Necesitamos la luz de Dios en nuestra vida para ver las cosas como El las ve.
  • El arrepentimiento es asumir la responsabilidad por nuestras acciones en relación con Dios y las personas.
  • El arrepentimiento es un regalo que Dios nos da para producir un cambio en nuestro corazón (Hch. 11:18)
  • Como creyentes, es importante que cultivemos la disposición a ser corregidos, deseando caminar en la luz y la verdad de Dios.

 El significado del arrepentimiento

  • Cambio de dirección.  Significa voltear, o retornar a Dios. No es tanto un mandato sino una invitación a dirigir nuestro corazón hacia Dios.
  • Conlleva el significado de convertirse o cambiar. Cambiar el uso corriente de los caminos del mundo.
  • Restauración por Dios. Puesto que el pecado ha desfigurado nuestra vida, Dios no solo nos ayuda a alejarnos del pecado sino que, por medio del arrepentimiento, nos restaura al plan y condición que Dios desea.
  • Es ver el pecado como Dios lo ve, aborrecerlo y alejarnos de él para ir hacia Jesús en obediencia y confianza.

Cinco pasos para un cambio de corazón mediante el arrepentimiento

  • Cuando el Espíritu Santo le haga ver su pecado, pídale que le muestre los mandamientos de Dios que ha violado al cometer ese pecado.
  • Pida al Espíritu Santo que le revele a todas las personas a las que ha herido por sus decisiones pecaminosas.
  • Invite al Espíritu Santo para que le revele los motivos de su corazón que le llevaron a pecar.
  • Pida al Espíritu Santo que le muestre de qué manera usted ha obstaculizado la obra de Dios y ha ayudado a la causa de Satanás por medio de su pecado.
  • Invite al Espíritu Santo para que le revele las influencias en su vida que le dirigieron al pecado.

Restitución

  • El verdadero arrepentimiento se expresa también arreglando nuestra relación con aquellos contra quienes hemos pecado (Lc. 3:8; Hch. 26:20)
  • Hacer restitución es ir a aquellos contra quienes ha pecado, con el fin de restaurar la relación, confesándoles su pecado y haciendo todo lo que pueda para corregir el mal que hizo el pecado. Esta es una manera práctica de tomar revancha del pecado.
  • Cuando confiesa su pecado a Dios, usted es perdonado. La restitución es necesaria para andar en rectitud e integridad con aquellos que le rodean.
  • Algunos ejemplos bíblicos de restitución:
    • El hijo pródigo (Lc. 15:11-32)
    • Zaqueo (Lc. 19:1-10)

Pasos prácticos al hacer restitución:

  • Confiese su pecado.
  • Sin mencionar los detalles, mencione el/los pecados que cometió.
  • Hágalo en forma breve, deliberada, y lo más pronto posible.
  • No involucre a otras personas en su confesión. Asuma la responsabilidad por sus acciones.
  • Piense con anticipación lo que debe decir.
  • Encuentre el momento apropiado para hacerlo.
  • No intente testificar de Jesús al hacer restitución. Pedir perdón es el testimonio de lo que Jesús está haciendo en su vida.
  • Acérquese a las personas con humildad y con una actitud correcta en su corazón.
  • Si otros le han hecho daño y le confiesan su pecado, responda sinceramente “Los perdono”.

Una vez que haya hecho restitución a alguien, reciba la limpieza del Señor. La(s) personas ofendida(s) quizá le perdone(n) o tal vez no lo haga(n). Cualquiera que sea la respuesta habrá hecho lo que Dios le pide. Ore por aquellos que deciden no perdonar porque esa actitud los destruirá.

 

LECCION 11 - EL PERDON

TEXTO BASE: Mateo 18:21-35

La falta de perdón está unida al dolor y a los efectos del pecado. Dios nos da la capacidad para perdonar a otras personas, no sólo para devolverles la libertad, sino en especial para devolvernos a nosotros la libertad y la salud integral. A menos que perdonemos a quienes han pecado contra nosotros, nunca recuperaremos la paz en nuestra vida.

Una breve introducción

  • Todos hemos sufrido alguna vez porque alguien pecó contra nosotros y hemos experimentado dolor en nuestra vida.
  • El dolor nos tienta a vengarnos de quienes nos hicieron daño.
  • La falta de perdón es como una enfermedad que nos consume hasta matarnos.
  • La falta de perdón también obstaculiza nuestro andar con Dios y con otros (Mt. 6:14- 15)
  • La falta de perdón abre la puerta a la amargura, enojo e ira en nuestra vida.
  • Jesús murió no sólo para que podamos ser perdonados, sino para que podamos perdonar a otros.
  • El perdón elimina la actitud del corazón que dice: "Te debo”.

Lecciones sobre el perdón - Mt. 18:21-35

  • Jesús nos concede gracia para perdonar a otros -para perdonar más allá de lo que nos creemos capaces de perdonar (Mt. 18:21-22)
  • El perdón debe fluir libremente de nuestro corazón hacia los demás (Mt. 18:21-22)
  • Esto no significa que una vez que perdonamos, siempre se restaurará la confianza de inmediato. A veces restaurar y desarrollar la confianza toma tiempo, incluso años, dependiendo de cuán profunda sea la herida.
  • Debemos dar lugar a Dios para que trabaje en nuestro corazón, y extender gracia a aquellos con quienes tratamos de restaurar la relación. Dios ama a cada uno de nosotros y puede dar sanidad a Su manera y en Su tiempo.
  • Lo que el corazón de Dios desea es "hacer cuentas" - Él desea que tengamos una relación correcta con El y con la gente que forma parte de nuestra vida. Dios nos ha provisto una forma de lograrlo mediante el perdón (Mt. 18:23)
  • Cuando en nuestro corazón no hay perdón, debemos recordar cuánto nos ha perdonado Dios. En esta parábola hay un contraste entre los millones de dólares que debía el esclavo que fue perdonado, y el otro siervo que literalmente debía sólo unos dólares (vs. 28-33)
  • La falta de perdón mantiene a la persona en una prisión en su corazón, sintiéndose restringida y torturada (v. 34)
  • Debemos perdonar de todo corazón a las personas (v. 35)

 Como aplicar el perdón - Ef. 4:30-32

  • No debemos contristar al Espíritu Santo con nuestra falta de perdón (Ef. 4:30)
  • No debemos permitir que en nuestro corazón crezcan la amargura, enojo e ira (Ef. 4:31)
  • Debemos perdonarnos unos a otros así como Jesús nos ha perdonado (Ef. 4:32). A quienes pecan contra nosotros, debemos perdonarlos aun antes que lo pidan, tal como lo hizo Jesús en la cruz (Lc. 23:34) (Ef. 4:32)
  • Debemos cultivar actitudes de bondad y misericordia el uno hacia el otro.