HACIENDO DISCIPULOS


UNA MIRADA GENERAL

"Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.                            Mateo 28:18-20.

Al final de Su tiempo en la tierra, Jesús comisionó a Sus discípulos a ir a todo el mundo y transmitir a otros lo que Él les había dado. Esta comisión, expresada en los versículos antes citados, no fue tan solo una buena sugerencia sobre Io que podrían hacer cuando Él los dejara. Fue un mandato del cielo.

El propósito de Dios

El concepto de hacer discípulos (y ser mentores) fue formulado por Dios y comunicado por medio de Jesús, con el propósito de extender el reino de Dios en la tierra. La fórmula es simple, debemos comunicar a otros Io que Jesús nos ha comunicado. Este es un principio importante del reino de Dios. En distintas formas se nos exhorta a invertir en la vida de otros con la riqueza que hemos recibido. Lo vemos ilustrado en Ia Biblia, en el estilo de vida que escogieron grandes personajes bíblicos. Moisés invirtió en Josué, Jonatán fue amigo-consejero de David, Elisabeth fue mentora de Maria, y Pablo influyó en la vida del joven Timoteo.

El propósito en Jesús

Al observar la vida de Jesús, notamos varias características. Primero, fue obediente a Su Padre, aun hasta morir en la cruz. Segundo, amó, ministró y enseñó a las multitudes. Tercero, invirtió tres años de Su vida como mentor de doce personas. Deténgase un momento y considere los efectos del tercer punto: Debido a Su compromiso y enfoque en invertir Su vida en la gente - en doce hombres, para ser precisos -, cada generación desde entonces ha tenido la oportunidad de oír el mensaje del evangelio y caminar con Jesús, incluyendo a la generación de hoy. iQué ramificaciones tan increíbles!

El propósito en nosotros

Al iniciar este capítulo final, quiero desafiarte a aprender más sobre el trabajo del mentor - considera la posibilidad de buscar un(a) mentor(a), a la vez que también te conviertes en mentor(a) -. Hacer discípulos es el método relacional que Dios creó para mostrar y multiplicar Su carácter y Sus caminos en Ia vida de otros. Cuando llegamos a ser Sus manos y pies, y nos presentamos en Su lugar, permitiendo que el Espíritu Santo duplique Su semejanza en nuestra vida, las verdades del reino son transmitidas a las vidas y generaciones de quienes nos siguen.

Mira a tu alrededor. Empieza con tu familia y sigue después con los vecinos, amigos y compañeros de trabajo. ¿Hay personas cercanas con las que caminas en el reino de Dios? Considera ahora lo que Dios te ha enseñado para que se Io comuniques a ellas. No necesitas ser experto en cierta área para ser mentor, simplemente tienes que estar unos pasos más adelante.

¿Estás dispuesto a aceptar el desafío de invertir en otros? Si es así, las siguientes páginas iniciarán un nuevo capítulo en tu vida, un capítulo a través del cual el reino de Dios podrá extenderse y en el que Jesús será glorificado.


 

LECCION 22

TEXTO BASE: Marcos 3:13-19

SIGNIFICADO

El discipulado no sólo involucra estar con Jesús, ser como Jesús y seguir a Jesús; también significa que nuestra meta es discipular a otros en Jesús. Dios nos ha dado muchas enseñanzas bendiciéndonos con conocimiento, sabiduría, dones, talentos y experiencias que deben duplicarse en la vida de otros. Hacer discípulos, o ser mentores, es sencillamente transmitir lo que Dios nos ha dado a aquellos que nos rodean.

La frase "hacer discípulos" se refiere, específicamente, a formar a las personas en lo espiritual a medida que siguen a Jesús y realizan los propósitos divinos para su vida. El término "ser mentor incluye hacer discípulos, pero en un sentido más amplio, que comprende invertir toda clase de elementos en la vida de otra persona. Por lo general uso las dos expresiones indistintamente porque el objetivo es el mismo: personas equipadas para vivir por Jesús, usando los recursos que El les ha dado para Su gloria y la extensión de Su reino.

Empecemos observando a Jesús como mentor, viendo brevemente algunos ejemplos de relaciones de tutoría en la Biblia, y definiendo en qué consiste ser mentor.

Observaciones y principios de la vida de Jesús

Jesús nos llama a estar con Él, pero no sólo para ponernos a trabajar. Su llamado es una invitación a seguirle (Mt. 4:19) y disfrutar de El en intima comunión (1 Co. 1:9). Eso es lo principal. Si los discípulos hubieran perdido interés en Jesús como persona y amigo, no habrían caminado más con El. En el contexto de una intimidad cada vez más profunda con el Maestro, empezaron a pensar, sentir y actuar como El (2 Co. 3:18). Lo mismo sucede con nosotros. El llamado de Jesús al discipulado implica rendirle todo, o nada, abarcando todas las áreas de nuestra vida. Su llamamiento requiere que le demos preeminencia por encima de nuestras relaciones más íntimas, nuestros sueños y deseos. Significa que lleguemos a ser Sus siervos en el mundo. Jesús promete que cuando le entregamos lo que no podemos guardar, ganamos algo que no podemos perder (Mt. 16:25). El nos llama para un propósito supremo: "Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres" (Mt. 4:19; Mr. 1:17)

Observaciones de Mateo 28:18-20 sobre el hacer discípulos

  • A Jesús le ha sido dada toda autoridad en el cielo y en la tierra.
  • En base a esa autoridad, El ordena a Sus discípulos que vayan y hagan discípulos.
  • Jesús da a Sus discípulos toda la autoridad que necesitan para hacer discípulos.
  • Debemos hacer discípulos de Jesús en todas las naciones (todos los pueblos)..
  • Naciones y pueblos enteros pueden ser impactados mediante el proceso de hacer discípulos.
  • Los nuevos discípulos son bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
  • Después los discípulos deben enseñar a nuevos discípulos a obedecer lo que Jesús les ha transmitido.
  • Jesús promete que Su presencia estará con los que hacen discípulos.
  • El mandato en Mateo 28 es "haced", que en el idioma original se traduce como: "mientras vayan, hagan discípulos'". Es decir, mientras realizan las actividades diarias en su vida, tengan el objetivo de hacer discípulos para Jesús.

Observaciones de Marcos 3:13-19 sobre el hacer discípulos

  • Jesús llamó a los que Él quiso. Lc. 6:12 nos dice que Jesús hizo eso después de pasar una noche en oración.
  •  Ellos vinieron a El: Jesús nombró a 12 para que estuviesen con Él
    • a fin de enviarlos después a predicar.
    • a fin de que pudieran tener autoridad para echar fuera demonios.
  • Jesús repitió para ellos la comisión que había recibido del Padre, de predicar las buenas nuevas y demostrar la autoridad y poder de Dios.

El modelo rabínico

  • Como rabino, o maestro judío, Jesús esperaba que Su vida y misión fueran duplicadas por Sus seguidores. En el tiempo del Nuevo Testamento, la relación de maestro-discípulo se caracterizaba por el concepto de mimesis o imitación. Significaba que el estilo de vida del maestro podría verse en la vida de sus estudiantes.
  • Note el sentir rabínico en los comentarios de Jesús, como el que encontramos en Juan 13:34: "como yo... que también [vosotros]" (Iea también Lc. 6:40; Jn. 17:18, 23; 20:21)
  • Observamos el mismo sentir en 1 Co. 11:1 cuando Pablo dice: "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo"

El modelo para hacer discípulos

  • Los llamó: Jesús los llamó a ser pescadores de hombres (Mt. 4:18-20)
  • Les dio un compromiso: Ellos dejaron todo y lo siguieron (Mt. 4:21-22)
  • Los moldeó: Les enseñó Sus caminos (Mt. 5-7)
  • Les dio un modelo: Les proveyó experiencias para mostrarles qué hacer y cómo hacerlo.
  • Los movilizó: Los envió a aplicar lo que habían aprendido ministrando otros (Mt. 10)
  • Les dijo que se multiplicaran: Los comisionó a transmitir a otros lo que les había enseñado (Mt. 28:18-20)

El legado del discipulado

  • El fruto de la inversión de Jesús en la vida de Sus discípulos tiene una influencia de largo alcance; esto se puede ver en el libro de Hechos y después de éste.
  • En Hechos vemos a discípulos que oraban, obedecían, hablaban de Jesús, enseñaban, sanaban y ministraban con la misma clase de autoridad como Jesús.
  • El reino se extendió tanto que el libro de Hechos se refiere a Pablo y su equipo como aquellos que trastornan el mundo entero (Hch. 17:6)
  • Todos los discípulos, excepto Juan (que murió por causas naturales), literalmente dieron su vida por Jesús y el evangelio.
  • Los discípulos de Jesús multiplicaron sus vidas en otros, creando una "cadena de mentores" de siete generaciones: Jesús - Sus discípulos – Bernabé - Pablo - Timoteo - hombres fieles - otros (2 Ti. 2:2)
  • Jesús fue mentor de los primeros doce discípulos en forma tan maravillosa que el mensaje del evangelio ha seguido extendiéndose a través de las generaciones. iHasta hoy!

 

LECCION 23

MENTOREO

 En la Biblia hay ejemplos maravillosos de mentoreo. Pero, note que, aunque uno sea el mentor y el otro el discípulo a veces los roles cambian. El principio es permanecer abiertos a recibir del Señor por medio del otro.

Ejemplos bíblicos de mentoreo

  • Moisés y Josué (Éxodo - Deuteronomio)
  • Elías y Eliseo (1 R. 19:19-21;2 R. 1-2)
  • David y Jonatán (1 y 2 Samuel)
  • Elisabeth y María, (Lc.1)
  • Pablo y Timoteo/Tito (Hechos; 1 y 2 Timoteo; Tito)

 Definición de mentoreo

La tutoría es una experiencia relacional en la que una persona deliberadamente comunica a otra lo que Dios le ha dado.

  • El Mentoreo es una experiencia relacional
    • Jesús llamó a los doce, primordial y principalmente, para que estuvieran con El.
    • El mentoreo empieza con una relación; antes de que podamos influir en la vida de alguien, tiene que existir un nivel de amor y confianza.
  • El mentoreo es deliberado
    • Es intencional, donde ambas partes (el mentor y el discípulo) están conscientes del compromiso de la tutoría, es la más eficaz y produce el mejor fruto.
  • El mentoreo involucra a un mentor.
    •  Para ser mentor de otros no se requiere que uno sea perfecto, sino estar uno o dos pasos más adelante en cierto conocimiento y experiencia en el área o las áreas en que enseñará a otros.
    • Cuando busques una mentoría, debe ser alguien que valores en sabiduría y consejo.
  • El mentoreo involucra a un discípulo.
    • Jesús pasó toda la noche en oración antes a de elegir Sus doce discípulos. Si El pasó tanto tiempo orando para saber en quiénes debía invertir, eso debemos hacer nosotros (Lc. 6:12-16).
  • Si debes elegir entre una persona con grandes habilidades, pero con un carácter y actitud terrible, y otra con menos talento, pero con buen carácter y actitud, elije a ésta.

En qué consiste

  • A cada uno Dios le ha provisto una multitud de recursos, incluyendo conocimiento, sabiduría, dones, talentos y experiencias que podemos usar para ser mentores de otros.
  • Podemos ser mentores en áreas relacionadas con el desarrollo espiritual, por ejemplo dirigir alabanzas, o también, por ejemplo, cómo usar la computadora, cómo ser mejores líderes; cómo tocar algún instrumento musical; deportes, etc.
  • Recuerde que, todo lo que Dios nos ha dado debemos rendirlo a El para Sus propósitos y gloria. Quizás nunca sepamos, por ejemplo, cuándo un idioma que hemos aprendido lo necesitará alguien a quien Dios llamó a ministrar a un pueblo que habla ese idioma.

TRES TIPOS DE RELACIONES

En nuestras comunidades personales podemos realizar el discipulado mediante tres tipos de relación, cada una con cualidades y oportunidades singulares para crecer. Para recibir todo lo que Dios tiene para nosotros a través de la relación mutua, debemos orar para permanecer activos en el Mentoreo Ascendente, el Mentoreo Descendente y el Mentoreo Lado a Lado.

Mentoreo Ascendente

  • La Tutoría Ascendente es participar en la relación de tutoría como discípulo. Involucra recibir de alguien que tiene más experiencia y está más adelante que nosotros en cierta área. El mentor provee perspectiva, sabiduría, dirección y la oportunidad de rendir cuentas mientras nos muestra el camino a seguir.
  • La Tutoría Ascendente nos desafía a crecer y ser todo lo que Dios desea que seamos. Evita también que los pozos de nuestra vida queden vacíos al recibir información fresca de otros.

Mentoreo Descendente

  • La Tutoría Descendente es asumir el rol de mentor, apoyando, edificando y discipulando a los que nos siguen. Es el principal medio para desarrollar la capacidad, el compromiso y los valores que potenciarán a la próxima generación para servir fielmente a Dios.
  • Al ser mentores, crecemos con aquellos a quienes capacitamos. La tutoría tiende a eliminar nuestra complacencia, renovar nuestras convicciones y desafiarnos a profundizar en áreas de nuestra vida.

Mentoreo Lado a Lado

  • La Tutoría Lado a Lado se refiere a compañeros y amigos con los que hay un vínculo natural por la edad, trabajo, circunstancias comunes en la vida, etc. Son relaciones de "amigos-consejeros", donde la inversión del uno en el otro compele al crecimiento y a rendir cuentas. Los mentores que trabajan lado a lado se conocen, se aman, se identifican, caminan juntos en la vida diaria. Estas relaciones proveen una fuente de apoyo y aliento.
  •  Hay dos clases de relaciones en la tutoría de amigos. Los Mentores Internos se forman en el consejo o la participación mutua en un grupo u organización. Estos mentores comparten la misma información y proveen un lugar seguro para la confidencialidad que sólo pueden ofrecer los miembros del mismo grupo. Los Mentores Externos se refieren a la relación como compañeros con personas que no pertenecen al grupo u organización. Estos mentores proveen una perspectiva objetiva que mantiene bajo control las tendencias al exclusivismo que a menudo tiene un grupo. En nuestra vida necesitamos estas dos clases de relaciones para tener equilibrio y sabiduría.

 

LECCION 24

MENTORES

¿Verdad que sería agradable encontrar a alguien con experiencia que pudiera ser nuestro mentor en todas las áreas de la vida? Lamentablemente, tal ser humano de carne y hueso no existe. En la gloriosa economía de Dios cada persona tiene cualidades positivas y negativas. El más joven entre nosotros posee algo que ofrecer al más anciano, y viceversa. Es decir, todos somos capaces de ser mentores, y todos necesitamos mentores. La clave para lo último es encontrar a alguien con más conocimiento y experiencia que pueda ser nuestro mentor en cierta área. Eso significa que podríamos tener varios mentores a la vez, y cada uno nos dará diferentes desafíos. Y también que invirtamos simultáneamente en varias personas, y cada una quizá estará aprendiendo algo distinto.

Según el Dr. Robert Clinton, hay ocho clases de mentores. Los primeros tres son Mentores Activos, notables por el compromiso deliberado del mentor y del discípulo; los siguientes tres son Mentores Periódicos, que participan cuando se les necesita; y los últimos dos son Mentores Indirectos, llamados así precisamente porque influyen en forma indirecta. Es importante si podemos reconocer las clases de mentores que necesitamos, así como el tipo de rol que desempeñamos como mentores en la vida de otros. Comprender esto provee a ambas partes la oportunidad de lograr el máximo impacto.

  1. El discipulador
  • Rol: Esta clase de mentor facilita fielmente el establecimiento de fundamentos sólidos y hábitos santos en la vida de los nuevos cristianos, capacitándolos para seguir a Jesús y cumplir el destino que Dios les ha dado.
  • Objetivo: El objetivo del discipulador es acercarse a los nuevos creyentes y ayudarlos a fundamentarse en las cosas de Dios. Debe incluir aspectos como, desarrollar su estudio de la Biblia, oración, involucrarse en la comunidad de una iglesia local, testificar de su fe, servir, dar, descubrir sus dones espirituales, etc.
  • Consejo útil: A diferencia de las otras relaciones de tutoría que veremos, donde el discípulo tiene que buscar al mentor, el discipulador debe buscar al nuevo creyente. Estos primeros pasos hacia la madurez en los caminos de Dios son críticos para su futuro crecimiento y para que cumpla el llamado de Dios en su vida.

 

  1. El guía
  • Rol: Esta clase de mentor facilita el desarrollo de la persona, ayudándola a evaluar dónde se encuentra y proveyéndole un sentido de perspectiva, dirección y sabiduría respecto al crecimiento y madurez continuos.
  • Objetivo: Estos mentores tienen habilidad para valorar y evaluar la espiritualidad. Sus principales contribuciones son una perspectiva santa, consejos para crecer y madurar, y la oportunidad para rendir cuentas que se necesita para ver cambio y desarrollo.
  • Consejo útil: Los que ejercen este rol necesitan seguir creciendo en el conocimiento de Dios y Su Palabra. Deben ser personas que han caminado con Dios lo suficiente como para comprender los retos, han perseverado en las dificultades, han sido humildes al recibir bendición y han seguido la voluntad de Dios en diversas circunstancias en la vida.

 

  1. El entrenador
  • Rol: Esta clase de mentor provee motivación y las habilidades que se necesitan para una tarea o desafío.
  • Objetivo: El entrenador es importante en especial cuando es tiempo de asumir una nueva responsabilidad o desarrollar una nueva habilidad. Puede transmitir destrezas especificas necesarias para la tarea, e imparte confianza y conocimiento para usarlas.
  • Consejo útil: identifica las habilidades que vale la pena comunicar a otros. Considera cómo las impartirás. Se un ejemplo de lo que enseñas.

 

  1. El consejero
  • Rol: Esta clase de mentor provee consejo oportuno y una perspectiva imparcial sobre uno mismo, otras personas, las circunstancias y las decisiones en la vida.
  • Objetivo: El consejero alienta, sirve como portavoz, conecta con los recursos, ofrece perspectiva del cuadro total y aconseja en situaciones especificas.
  • Consejo útil: Reconoce la diferencia entre aquellos a quienes puedes servir en este rol periódicamente, y otros a quienes Dios te llama a aconsejar por un tiempo más prolongado.

 

  1. El maestro
  • Rol: Esta clase de mentor provee conocimiento y comprensión sobre un tema en particular.
  • Objetivo: El maestro potencia al discípulo enseñándole los recursos que necesita y proporcionándoselos. También organiza información e imparte conocimiento sobre un tema, ayudando a aplicarlo a la situación del discípulo.
  • Consejo útil: Si posees el don de maestro, considera el valor de canalizar tu habilidad para la enseñanza a relaciones de tutoría. ldentifica los temas principales que puedes enseñar y adáptalos para trabajar con una persona o un grupo pequeño.

 

  1. El patrocinador
  • Rol: Esta clase de mentor, al tener autoridad posicional o espiritual en una organización o esfera de relaciones, sirve como recurso y consejero en áreas de desarrollo en la carrera y el ministerio.
  • Objetivo: El énfasis del patrocinador es dar guía y sabiduría al discípulo mientras avanza en una organización o esfera de influencia, asegurándose de alentarle y apoyarle en su desarrollo mientras descubre el servicio más eficaz. La mayoría de los patrocinadores cumplen roles importantes de liderazgo, o tienen amplia credibilidad entre gente influyente, permitiéndoles servir como puente en favor de aquellos a quienes patrocinan.
  • Consejo útil: Como patrocinador, pide al Señor que te indique a quién debes apoyar como mentor. Ocupar un rol de influencia conlleva la responsabilidad de administrarlo juiciosamente. La integridad y capacidad son esenciales para mantener credibilidad. Aconseja al discípulo que se concentre en desarrollar su potencial pleno, y al elegir una carrera, que elija trabajar con una organización que cree y practica la tutoría.

 

  1. El modelo contemporáneo
  • Rol: Esta clase de mentor es un ejemplo viviente de quien uno puede recibir valores, principios, actitudes y habilidades. Al discípulo le sirve como modelo o estándar de lo que desearía ser en cierta área o algunas áreas de su vida.
  • Objetivo: Con este modelo hay menos intencionalidad que en los otros tipos de tutoría porque las observaciones del discípulo son principalmente las que influyen en su crecimiento. Valores, principios, actitudes y aun diversas habilidades pueden aprenderse con este estilo indirecto de tutoría. El modelo contemporáneo quizás no esté consciente del rol significativo que está desempeñando en la vida de otra persona.
  • Consejo útil: El discípulo debe pasar tanto tiempo como pueda en ambientes que le permitan observar al mentor. Identifica los valores y principios positivos de la vida de éste, y procura imitarlos. Recuerda que nadie es perfecto; por tanto, si ves fallas y defectos en la persona, no por eso dejes de anhelar sus características buenas.

 

  1. El modelo histórico
  • Rol: Esta clase de mentor es alguien de quien podemos recibir inspiración, esperanza y principios para cumplir los propósitos de Dios para nuestra vida.
  • Objetivo: El modelo histórico representa a hombres y mujeres de épocas previas cuyas biografías inculcan valores, principios y habilidades. Son héroes del pasado cuyas vidas podemos observar de principio a fin, proveyéndonos entendimiento respecto a los tiempos e impartiendo cualidades eternas de perspectiva y valor.
  • Consejo útil: El discípulo puede empezar hoy escogiendo un modelo histórico y estudiando su vida en busca de verdades claves que Dios desearía impartirle.

                                           

ENCONTRANDO UN MENTOR

Cinco puntos para encontrar a un mentor

Los mentores generalmente no tocan a nuestra puerta para ofrecer sus servicios; entonces ¿cómo escogemos y hallamos un mentor? Sugiero que comiences haciéndote las siguientes preguntas:

  1. ¿En qué aspectos deseo crecer?
  • El primer paso es identificar un área en nuestra vida en la que deseamos crecer. Puede ser cualquier área. ¿De qué te ha estado hablando Dios? El conoce nuestras necesidades y sabe, mejor que nosotros, que necesitamos ayuda para crecer.

 

  1. ¿De quién puedo aprender?
  • Hay muy buenos recursos de tutoría a nuestro alrededor. Sin embargo, muchos de nosotros no pensamos en la tutoría al ver a la gente en nuestra vida. Pero, mira a tu alrededor y pregúntale a Dios quién podría ministrarte en una relación de tutoría ascendente. Teniendo en cuenta tu personalidad, las áreas en que deseas crecer y el estilo de capacitación que ves como el más eficaz, considera qué clase de mentor necesitas. ¿Necesitas un guía, un entrenador, un consejero?
  • ¿Quién tiene cierto grado de conocimiento y experiencia en el área en que deseas crecer? ¿Honras en tu corazón a esa persona? ¿Estás dispuesto a recibir de esa persona?
  • Si crees haber hallado a un posible mentor, pregúntale si podrían reunirse en una hora que sea conveniente para esa persona. No necesitas mencionarle de inmediato tu interés en iniciar una relación de tutoría, pero dedica tiempo para establecer un nivel de amistad y para sentirse cómodos en esa relación.
  • ¿Sientes que la relación se desarrolla con naturalidad? ¿Existe buena química entre ustedes? ¿Muestra sincero interés en tu vida? Cuando están juntos ¿sientes que esa persona te honra y anima?
  • A medida que conoces mejor a la persona, ¿deseas acercarte más a ella? Al conversar, ¿ves que esa persona posee conocimiento y experiencia en el área que deseas cultivar?
  • Si respondiste "si" a estas preguntas, ora y considera preguntarle a la persona si aceptaría pasar tiempo contigo de modo que puedas aprender de ella.

 

  1. ¿Cuál es la agenda y qué es más conveniente para el mentor?
  • Si el mentor acepta iniciar la relación de tutoría, escojan un tiempo cuando puedan dialogar sobre lo que harán al reunirse. ¿Hay algún libro que podrían leer o un proyecto que podrían realizar juntos? ¿Con cuánta frecuencia se reunirán y por cuánto tiempo? Este es el momento de presentar las expectativas y establecer las metas que desean lograr.
  • Arregla tu horario en torno al mentor. Averigua qué le conviene más a él, y acomódate a las demandas de la vida del mentor. Él está cediéndote su tiempo; por tanto, haz todo lo que puedas para trabajar con él.

 

  1. ¿Cómo recibo la ayuda máxima de un mentor?
  • Ve preparado a sus reuniones. Pregunta. Escucha atentamente. Escribe y busca formas de aplicarlo a tu vida. Dile que te pida cuentas.
  • Recuerda que  has pedido que te ayude. Es siempre responsabilidad del discípulo buscar al mentor, no viceversa. La manera más rápida de poner fin a una relación de tutoría es no asistir a la cita que acordaron, o no invertir tu vida en lo que te han enseñado.

 

  1. ¿Qué sucede después?
  • Se siempre diligente durante todo el tiempo que dure el compromiso. Al llegar al punto que hayan establecido previamente, pueden decidir si continuarán por otro periodo, o si celebrarán juntos lo logrado y seguirán al próximo paso. Si te interesa que otro mentor te ayude en la siguiente etapa de tu viaje, quizá tu mentor actual tenga algún consejo o recurso con el que podrías ponerte en contacto. Pide su consejo y recuerda honrarle por el tiempo que dedicó y la inversión que hizo en tu vida.

 

LECCION 25

DISCIPULOS QUE HACEN DISCIPULOS

TEXTO BASE: 2 Timoteo 2:1-2

Cinco puntos para ser mentor de otras personas

La tutoría no es una línea de montaje - nuestra meta no es formar réplicas exactas de nosotros mismos. Por el contrario, como discípulos de Jesús deseamos impartir la semejanza de Cristo mientras, con oración, comunicamos creencias que infunden vida en la mente, corazón y alma de aquellos de quienes somos mentores. Un buen mentor siempre se propone reproducir lo bueno en otros, apreciando a la vez las diferencias que cada persona trae al proceso. Puesto que nuestro Padre celestial es el Dador de dones, el mentor sabio honra la singularidad del discípulo ordenada por Dios, y permanece a su lado para ayudarle a desarrollarlos.

  1. Examínate
  • Además de comprender el corazón de Jesús para invertir en otros, hay algunas consideraciones prácticas antes de involucrarte en la tutoría. Debes examinar tus valores y prioridades, y ver cómo usas tu tiempo, de modo que puedas comprometerte a estar al lado de otros como mentor.

 

  1. Reconoce qué clase(s) de mentor eres
  • En este capítulo vimos antes ocho clases de mentores. No es extraño que alguien pueda funcionar cómodamente en más de una categoría. Sin embargo, por lo general uno o dos tipos de tutoría serán más naturales. Entre los ocho tipos de mentores, indica uno o dos con los que más te identificas.
  • Es importante que reconozcas la(s) clase(s) de mentor que eres. Te ayudará a determinar si eres la persona adecuada para quien te pida que seas su mentor. Por ejemplo, si alguien necesita un entrenador que le enseñe a dirigir la alabanza, y no eres director de alabanza ni entrenador, sabrás que otra persona será más adecuada para satisfacer esa necesidad.

 

  1. Cómo escoger discípulos
  • Ora pidiendo a Dios que te muestre en quién debes invertir. Jesús oró al respecto antes de decidir (Lc. 6:12-16); lo mismo debemos hacer nosotros.
  • Si alguien te pide que seas su mentor, lo primero que debes preguntarle es: "¿En cuál área?".
  • ¿En qué aspectos necesita tu ayuda? Pídele que sea específico. Eso de inmediato te ayudará a evaluar si su necesidad es afín con la capacidad que posees, y si tu tipo de tutoría podrá alcanzar el fin que desea. Es decir, si necesita un consejero y tú eres discipulador, sabrás que otra persona será más apropiada para esa relación.
  •  Cuando consideres ser mentor de alguien, es muy importante que haya una conexión relacional en la que se sientan cómodos. Si no hay una química natural en la relación, quizás no sea la persona en quien debes invertir tu vida.
  • Las cualidades que debes buscar en un posible discípulo son: humildad, fidelidad, compromiso, buena actitud, disposición para aprender, corazón de siervo y temor de Dios. Estas siete virtudes ayudarán a que el tiempo que pasen juntos sea positivo y productivo.
  •  Cuando consideres a un posible discípulo, no necesitas decirle que serás su mentor. Inicia la relación y observa cómo la dirige Dios. Ama a la persona, hónrala y sírvele. Influye en su vida tanto como te lo permita. Si ambos perciben que está llegando a ser una relación de tutoría, simplemente sigan adelante.
  • Algo que he notado durante mis años como mentor es que, las personas con dones similares se atraen. Por ejemplo, puesto que soy líder, atraigo a otros líderes y lo que empieza como amistad puede llegar a ser una relación de tutoría. Pon atención a personas a tu alrededor que tengan dones similares y escucha lo que el Señor pudiera decirte.

 

  1. Determina la agenda
  • Una vez que el Señor te muestre a quién debes servir como mentor, determina la agenda, los límites que necesitan establecer, las expectativas y requisitos, cuándo y dónde reunirse, los recursos que usarán y cuál deberá ser el resultado en el discípulo. Estos factores deben establecerse desde el principio.
  • La tutoría se puede realizar individualmente, en un grupo pequeño o en un grupo más numeroso. Me gusta trabajar con grupos de doce personas, más o menos, que tienen Ia misma necesidad en su desarrollo. Al ministrar así, estoy disponible también para reunirme con uno de ellos si es necesario, a fin de ayudarle en forma más personal a procesar y aplicar lo que estamos aprendiendo.
  • El mentor debe usar una combinación de instrucción, demostración, experiencias y el rendir cuentas para ayudar al discípulo a crecer. Personalmente, me gusta el modelo de Jesús: (1) Jesús lo hizo y los discípulos observaron; (2) Jesús lo hizo y los discípulos ayudaron; (3) los discípulos lo hicieron y Jesús los dirigió y alentó; (4) los discípulos lo hicieron y Jesús partió.

 

  1. Comprométete a finalizar y celebrar
  • Permanece comprometido con la gente de la que eres mentor durante el proceso del trabajo con ella, y mantente fiel al propósito por el que comenzó.
  • Finaliza lo que empezaste. En cuanto al tiempo, recomiendo unos tres meses para la primera etapa. Siempre pueden renovar el compromiso si ambas partes desean continuar.
  • Parte del proceso de finalización es asegurarse de que el discípulo esté preparado para multiplicar su vida en la vida de otros. Básicamente, la multiplicación es una meta clave.
  • Así como Pablo superó a su mentor, Bernabé, prepárate para permitir que los discípulos más hábiles te superen. Se el primero en animarlos y busca maneras de promocionarlos ante otros y a otros.
  • Al concluir el período de tutoría, celebren juntos lo que Dios ha hecho. Vayan a comer a un restaurante, organicen una actividad social o hagan juntos algo entretenido. Ora por el discípulo y permite que siga a Dios en la siguiente etapa de su recorrido con Él.

El mentor debe usar una combinación de instrucción, demostración, experiencias y el rendir cuentas para ayudar al discípulo a crecer.