“PREDICAD Y SANAD”


LECCION 7

PREDIQUEN Y SANEN”

TEXTO BASE: Mateo 10:5-8

Jesús predicó y sanó a los enfermos (Mateo 4:23), luego ordenó a sus discípulos que lo hagan (Mateo 10:7-8). También llamó a otros setenta y les mandó hacer lo mismo (Lucas 10:1-9). Luego mandó a todos a hacer lo mismo (Mateo 28:19-20)

¿Cómo lo hizo Jesús? Empezamos con Jesús y su currículum resumido en Mateo 4:23 “Jesús viajó por toda la región de Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando la Buena Noticia del reino, y sanando a la gente de toda clase de enfermedades y dolencias”.

¿Qué predicó Jesús? Podemos ver las enseñanzas de Jesús en Mateo capítulos 5,6 y 7 donde encontramos “El Sermón del Monte”. Vemos también en Mateo capítulos 8 y 9 cómo sanó y echó fuera demonios.

En definitiva, Jesús fue enseñando y haciendo. (1) Predicó un mensaje de bendición, y (2) Sanó toda enfermedad y toda dolencia, (Mateo 8:16; 12:15; 14:14; 15:30; 19:2; 21:14) y lo hizo por amor, por compasión y también para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías (Isaías 53:4-5).

EL LEGADO

En Mateo 9:36-37 dice: “Cuando vio las multitudes tuvo compasión de ellas y les dijo a sus discípulos: La cosecha es mucha, pero los obreros pocos” (Mateo 9:36-37).

Entonces llamó a los doce y les dio un mandamiento “Vayan y anúncienles que el reino del cielo está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, curen a los leprosos y expulsen a los demonios. ¡Den gratuitamente como han recibido!” (Mateo 10:7-8).

En Lucas 9, tomó otros setenta y los envió, y dijo luego “La cosecha es mucha, los obreros pocos”. Lucas 10:9 “Sanad a los enfermos”.

Por último, en Mateo 28:19-20 vemos como Jesús nos envía al mundo para hacer lo que él hizo y nos dio como ejemplo.

Así que no se trata de Jesús, ni de los doce, ni de los setenta, sino de cada discípulo de Jesús, todos somos responsables de hacer lo mismo. Nos ha ordenado predicar y sanar. En Marcos 7:13 Jesús nos dice que muchas veces la gente no hace lo que tiene que hacer, no muestra piedad, no obedece los mandamientos del Señor porque invalidan la palabra de Dios por las tradiciones.

LA PRÁCTICA

En Hechos 5:16 dice que “todos eran sanados”. Esto quiere decir que continuó en Hechos lo que enseñó e hizo Jesús, que sanó a todos los que vinieron a él. Ahora, no siempre fue así. En Mateo 17 nos da un caso donde los discípulos no pudieron hacer nada. Jesús quería que ellos liberen a un endemoniado, que sean como El y por eso Jesús los reprendió (No al endemoniado sino a ellos, animándolos a ir más allá).

A veces algunos que no ven resultado dicen: “el enfermo tiene incredulidad, tiene pecado, primero tiene que perdonar a alguien para ser sano, tiene maldiciones generacionales, o no es la voluntad de Dios, es un aguijón de la carne…como tenía Pablo”, pero en ningún lado en la Biblia encontramos esto. Nosotros tenemos que sacar la incredulidad en la vida de las personas enfermas, angustiadas y sin fe en Dios y su palabra.

Dios hace y hará maravillas a partir de la obediencia. Así que, si yo pongo mi fe en lo que creo, entonces cuando sucedan las sanidades y liberaciones, crecerá mi fe.

¡Te animo a que sigas adelante, a que pongas la fe en acción! Y verás la mano de Dios obrar de manera asombrosa.

 

 

LECCION 8

TEXTO BASE: Lucas 10:1-24

ACTIVA TU FE

La fe es como un músculo. Crece solamente si se la utiliza.

Aprendemos haciendo. ACTIVAR TU FE es dar el primer paso. Sanar a los enfermos es un mandamiento, no algo que podemos hacer si queremos.

ACTIVAR A ALGUIEN es hacer discipulado: Es llevarlo a la calle – sígueme – parar a alguien – les damos la oportunidad de orar por esa persona y que Dios actúe – mientras lo iniciamos vemos la alegría cuando se sanan. Hemos sido llamados a ser usados por Dios, no a sentarnos y ver a otros como lo hacen.

¿Cómo aprendo a sanar enfermos? En la calle. Lo puedes hacer en la iglesia, pero estarás orando por los que ya han orado tantas veces y donde en muchos casos por tradición o religión la fe se ha marchitado. Siendo nuevo en esto debes buscar una mejor manera para arrancar, y la mejor manera es en la calle, donde no piensan como nosotros, donde no espiritualizan o justifican enfermedades.

Si tienes fe para ser salvo, tienes fe para sanar.

¿CÓMO COMENZAR?

Preguntas. ¿Tienes algún dolor en tu cuerpo? Pones tu mano y oras una oración corta (Ejemplo “le ordeno al hombro que sea sanado en el nombre de Jesús”), si no funciona ora otra vez, y otra vez. Después vas a otro y a otro y sigues preguntando ¿Puedo orar por ti?

No hagas oraciones largas, no cierres los ojos, mira su expresión. Evita conversaciones que no son útiles, como por ejemplo arrancar diciendo “Mira es que yo soy cristiano, vengo de la iglesia – seguramente tendrá un nombre muy evangélico – y estoy aquí para hacer oraciones”. La persona levantará barreras a toda esta conversación. Evita al comienzo hablar de Jesús, de la iglesia, sino más bien habla de lo que la persona está pasando y si te da permiso para hacer una oración. Luego habrá tiempo para explicar por qué hacemos lo que hacemos y como opera Dios.

Una vez que se sanó puedes decirle: Lo que pasó aquí está en la Biblia, yo soy cristiano y Jesús dice…… y compartir el evangelio.

¿Cuánto orar? Según la situación. Si no vemos resultados no decimos que no son sanados sino más bien que estamos en un proceso porque desconocemos lo que está sucediendo. Si la persona desea retirarse simplemente le podemos dar una tarjeta invitación o algo así y nada más.

Si comienzas a practicar en la calle entonces luego será muy fácil orar por familiares y/o en la iglesia.

 

ILUSTRACION PRÁCTICA

Imaginen que estamos jugando ajedrez. Yo muevo y ahora es tu turno, luego el mío, luego el tuyo. Pregunto: ¿Se me permiten hacer dos movimientos a la vez? No. ¿Por qué? Hay que esperar que te toque el turno.

Es igual en la vida real: Nosotros hemos pecado, y Dios mandó a su hijo a morir por nosotros. Dios hizo todo lo que puede de su parte. Ahora depende de nosotros. Ahora es tu turno. Cuando te arrepientes entonces eres salvo – inmediatamente - Él te perdona, tienes que ser bautizado y recibir el bautismo del Espíritu Santo.

Algunos esperan que Dios haga todo, y no. Esto lo tienen que hacer las personas.

Quiero dejarles una ilustración práctica respecto a cómo compartir la fe. Por favor te pido que mires el video que adjuntamos en el material)

Quiero agregar a este video que un discípulo es alguien que reconoce que ha pecado ante Dios y se arrepiente, cree en Jesús, y en ese momento Dios quita el corazón de piedra y le da uno nuevo. De esta manera comienza una nueva vida en Cristo. Pero, es necesario enterrar el viejo cuerpo muerto, esto lo hacemos en el bautismo por agua, y recibimos el E.S., que es el mismo espíritu de Cristo.

Así empezamos a caminar libres del poder del pecado, con el poder Espíritu Santo y predicando las buenas noticias; entonces cuando la gente cree es bautizada y recibe el bautismo del Espíritu Santo y comienzan a caminar. Y un día vamos a estar frente a Él comiendo del árbol de la vida para vivir para siempre junto a Jesús. ¡Que tremenda verdad!, ¿no es cierto?

CONSEJOS PRACTICOS:

Todo esto no se puede hacer en la calle, se necesita tiempo con las personas. Por este motivo Jesús les dijo a los discípulos que vayan y revisen si encuentran personas y casas de paz (Lucas 10). Esto significa personas que, frente a la expresión de amor de Dios, frente a la oración por sanidad se abren a lo espiritual. Entonces es allí donde aplicamos este ejemplo tomando un café con la persona, invitándola a un espacio, como por ejemplo su casa, para compartirle la fe y el plan de salvación.

Aquí volvemos al juego de ajedrez. Uno da un paso y espera un paso del otro lado y así va creciendo la relación con quienes estén abiertos al evangelio. Si la persona no desea recibir más, ni Dios puede obligarlo, porque Él nos dio la libertad de recibirle y rechazarle.

Ahora, el mundo está mucho más sediento y hambriento de Dios de lo que nosotros pensamos, e incluso de lo que las personas se muestran en el día a día.

¡Adelante! Te maravillarás de ver lo que sucede cuando nos ponemos en posición de servir a Dios y compartir las buenas nuevas del reino.

 


COMO COMPARTIR EL EVANGELIO

A continuación adjuntamos un video respecto como compartir el evangelio con una persona de paz. La explicación de la Biblia respecto al mensaje de salvación.


Te invitamos a que veas el video varias veces a fin de asimilar el contenido como también practicar con un amigo y hermano en Cristo ésta historia.


Recuerda que solo practicando aprenderás hacerlo.